El creador de ‘NoVerbal’ ha hablado con SEMANA sobre el comentado gesto de cariño entre los príncipes de Mónaco.
El Príncipe Alberto dando un beso a Charlene de Mónaco.
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Apenas han pasado unas horas desde que la Familia Real de Mónaco se unió en un día histórico con motivo del 20º aniversario de la ascensión al trono del Príncipe Alberto, reemplazando así a su padre, Rainiero, tras su muerte. Para una jornada dotada de un gran significado, el Principado se vistió de gala con la Princesa Charlene, Alberto II y sus dos hijos en común como principales protagonistas. Todos ellos, y sobre todo los príncipes, dejaron consigo una serie de imágenes que ahora Javier Torregrosa, experto en comunicación no verbal, ha analizado para SEMANA.
La Familia Real monegasca al completo.
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Javier Torregrosa pone el foco en el gesto de cariño entre Alberto y Charlene de Mónaco: “La parte más emocional y espontánea”
En las instantáneas en cuestión, Charlene y Alberto de Mónaco muestran su faceta más romántica en público. Pese a que son muchos los rumores de crisis que habían azotado gravemente al matrimonio, finalmente han permanecido unidos pese a la adversidad y, en una cita clave, han dejado muy claro que la llama del amor sigue viva entre ellos. O al menos lo han intentado, especialmente el Príncipe, que sin reparo se acercó a la mejilla de su mujer para darle un tierno beso: “Es un beso de hemicara izquierda a hemicara izquierda. La parte izquierda de cuerpo y cara está regulada por el hemisferio izquierdo, el cual ostenta la parte más emocional y espontánea de nuestro cerebro, lo que indicaría que es un beso ‘de verdad’”, indica Javier Torregrosa, fundador de ‘NoVerbal’. Aun así, hace hincapié en que se trata de algo que no puede saberse con total seguridad, aunque lo que indican sus gestos no son otra cosa que realidad.
Gabriella se muestra reacia al cariño de su padre: “El gesto con la boca indica desprecio”
Del mismo modo, el Príncipe Alberto se acerca a su hija Gabriella para darle un beso. Sin embargo, el gesto de la pequeña nada tiene que ver con el de su madre: “El gesto con la boca de Gabriella indica desprecio, se puede observar cómo la comisura izquierda se retrae y eleva justo cuando su padre le da un beso”, ha asegurado el experto en comunicación no verbal. Esto indica que, tal vez, la menor haya sido captada en un momento un tanto confuso o que, por el contrario, su relación con su progenitor no sea tan positiva. También cabe la posibilidad de que simplemente no le gusten este tipo de actos en público, por lo que puede llegar a sentirse un tanto incómoda por las circunstancias.
El Príncipe Alberto da un beso a su hija Gabriella.
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No es la primera vez que, con su actitud en un acto oficial, la hija de Charlene y Alberto parece estar descontenta con una situación. El pasado lunes, 23 de junio, con motivo de la noche de San Juan, la Familia Real monegasca salió al balcón de Le Palais Princier con el objetivo de ser partícipes de un espectáculo de danza llevado a cabo por niños vestidos con los trajes tradicionales del Principado. Una velada en la que lo que más llamó la atención no fue la actuación en sí, sino los gestos de la Princesa y de su hija Gabriella, que también Javier Torregrosa analizó junto a SEMANA.
En esta ocasión, la pequeña permaneció en todo momento con gesto serio y al lado de su madre, con la que compartía miradas que traspasaron las pantallas y que tenían un significado más allá del que se observa a simple vista: “Se pueden observar dos elementos claros en la comunicación no verbal de madre e hija, en los ojos y también hacia dónde apuntan con su cabeza”, dijo el experto en comunicación no verbal para este portal. “Los ojos de Charlene indican una doble afección: tristeza y estrés. No se suelen observar ambas cuestiones a la vez, ya que son indicativas de un posible trastorno mixto ansioso-depresivo. Los dos ojos de Charlene están semicerrados, con especial atención al derecho, aún más cerrado que el izquierdo. Cuando el ojo izquierdo se aprecia semicerrado, suele ser indicativo de tristeza y/o estrés emocional. Cuando el semicerrado es el derecho, nos indica estrés más racional. En el caso de Charlene, los dos ojos están semicerrados, indicando tanto tristeza como estrés racional producido por una sobrecarga racional que no es capaz de sobrellevar”, a lo que se sumaba que “los párpados superiores presentan forma de ‘v invertida’, indicativos de tristeza”.
Del mismo modo, y según Javier Torregrosa, la pequeña Gabriella contaba con un gesto bastante similar al de su progenitora, con la que tiene una muy buena relación a juzgar por su comunicación no verbal: “En los ojos de su hija, Gabriella, se puede apreciar cómo el ojo izquierdo es el que tiene más cerrado, el párpado superior está algo más abajo, indicando estrés emocional y/o tristeza (…) Se puede observar en todo momento cómo las cabezas de madre e hija apuntan siempre entre sí, lo que muestra un continuo pensamiento de la una sobre la otra, es decir, ambas se apoyan entre sí, necesitando respectivamente conexión y apoyo entre ambas”.