A los 35 años, el cantante Gerardo Ortiz ha decidido romper el silencio y admitir lo que muchos sospechaban: su conexión con el crimen organizado. Durante años, los rumores sobre sus audaces corridos y vínculos con figuras peligrosas han rodeado su carrera. Recientemente, Ortiz se declaró culpable en Estados Unidos de violar la ley Kingpin, admitiendo haber participado en conciertos organizados por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) a cambio de sumas millonarias.
Los fiscales federales han confirmado que Ortiz actuó en al menos seis eventos relacionados con el cártel, lo que ha llevado a cuestionar cómo una de las estrellas más prominentes de la música mexicana terminó en esta situación. Desde su aparición en la escena musical, Ortiz se convirtió en una figura influyente, pero ahora su carrera enfrenta un giro dramático. La controversia se remonta a 2018, cuando se asoció con el promotor Jesús Pérez Albear, quien estaba bajo investigación por narcotráfico. A pesar de las advertencias del FBI, Ortiz continuó trabajando con él, lo que selló su destino.
La situación se intensificó cuando, en 2022, Pérez Albear fue arrestado por violar la ley Kingpin, y el testimonio de Ortiz se considera clave en el caso. En marzo de 2025, Ortiz aceptó testificar contra su antiguo mentor, lo que podría reducir su posible pena de hasta diez años de prisión. Sin embargo, su equipo ha negado que el cantante haya admitido conspiración o que estuviera al tanto de las actividades ilícitas.
A pesar de su éxito y fortuna, que se estima en 10 millones de dólares, el futuro de Ortiz es incierto tras su declaración de culpabilidad. Su legado en la música regional mexicana es innegable, pero se enfrenta a un desenlace que podría marcar el final de su carrera. La gran pregunta sigue en el aire: ¿Cómo terminará esta historia para Gerardo Ortiz? Solo el tiempo lo dirá.